Canto a la noble provincia de Imbabura y sentido duelo por sus deplorables ruinas
Un objeto bello y agradable nos provoca, nos atrae y nos inspira por esa amabilidad propia e imprescindible, para corresponder con el dulce y benévolo afecto de un corazón sensible y grato. Así, hay objetos en la naturaleza en quienes el Criador Supremo ha derramado a manos llenas sus abundantes don...
Պահպանված է:
Հիմնական հեղինակ: | |
---|---|
Ձևաչափ: | book |
Լեզու: | spa |
Հրապարակվել է: |
1897
|
Խորագրեր: | |
Առցանց հասանելիություն: | http://hdl.handle.net/10469/12282 |
Ցուցիչներ: |
Ավելացրեք ցուցիչ
Չկան պիտակներ, Եղեք առաջինը, ով նշում է այս գրառումը!
|
Ամփոփում: | Un objeto bello y agradable nos provoca, nos atrae y nos inspira por esa amabilidad propia e imprescindible, para corresponder con el dulce y benévolo afecto de un corazón sensible y grato. Así, hay objetos en la naturaleza en quienes el Criador Supremo ha derramado a manos llenas sus abundantes dones de gracia y belleza, ya en lo formal como en lo material, que nos llaman y convidan para que gozásemos de sus encantadoras cualidades. ¿Qué sería del hombre si no hubiesen estos objetos de primor y elegancia para deleitarse en lo bello, en lo hermoso y sublime? El está dotado de inteligencia en el alma y de amor en el corazón, que palpita y suspira a cada instante por un supremo bien. |
---|