Debates sobre descentralización, autonomía y federalismo en la región de Cuenca (1830-1861)

La presente investigación analiza los debates generados a partir de las tensiones suscitadas entre las facciones centralistas y descentralistas en Ecuador durante las primeras décadas de la república, con un enfoque particular en Cuenca. Se explora cómo la formación del Estado se vio afectada por di...

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Detaylı Bibliyografya
Yazar: Llinás Zambrano, Julián Eduardo (author)
Materyal Türü: masterThesis
Dil:spa
Baskı/Yayın Bilgisi: 2025
Konular:
Online Erişim:http://hdl.handle.net/10644/10463
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Özet:La presente investigación analiza los debates generados a partir de las tensiones suscitadas entre las facciones centralistas y descentralistas en Ecuador durante las primeras décadas de la república, con un enfoque particular en Cuenca. Se explora cómo la formación del Estado se vio afectada por disputas regionales y la lucha por el poder entre las élites criollas y un gobierno en construcción. También se estudia el regionalismo, expresado a través de poderes locales y su influjo en la configuración del Estado y en Cuenca, que se consolidó a través de una identidad propia, representando un equilibrio entre Quito y Guayaquil. La Constitución de 1830 estableció un sistema unitario, y por ello los debates sobre la descentralización surgieron rápidamente impulsados por las demandas de autonomía de entidades corporativas tales como los municipios de las localidades. A lo largo del siglo XIX, se evidenciaron reclamos por mayor autonomía municipal en Cuenca. A partir de diversas fuentes se analiza la búsqueda de equilibrio el poder central con los poderes regionales, y cómo ello otorgó a las provincias mayor autonomía para gestionar sus asuntos internos. Sin embargo, las tensiones persistieron, agudizándose en la década de 1850 con el ascenso del militarismo del poder bajo los gobiernos de José María Urbina y Francisco Robles. La crisis de 1859 puso en riesgo la existencia del Estado y las contradicciones regionales se atenuaron bajo el régimen de García Moreno. Aunque La Constitución de 1861, si bien fue unitaria, también adoptó normas descentralizadoras que reforzaron el poder seccional, en parte debido a las presiones regionales, lo que en consecuencia amplió la autonomía de los municipios. A pesar de los esfuerzos centralizadores en el régimen garciano, la Convención de 1861 no logró suprimir la autonomía municipal, debido a que la Constitución del mismo año se convirtió en la más descentralizada hasta ese momento, reconociendo la importancia de los poderes locales en la configuración del Estado ecuatoriano.