El delito de peculado, el principio de proporcionalidad y la seguridad jurídica

La palabra peculado nace en la primitiva Roma, la misma se utilizaba para denominar a una persona que se apropiaba del ganado público, puesto que su componente léxico es (pecus) que significa ganado, más el sufijo (ado) significa que ha recibido la acción, ya que previo a que la moneda entre en circ...

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Main Author: Silva Flores, Christian Andrés (author)
Format: bachelorThesis
Language:spa
Published: 2018
Subjects:
Online Access:http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/8151
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Summary:La palabra peculado nace en la primitiva Roma, la misma se utilizaba para denominar a una persona que se apropiaba del ganado público, puesto que su componente léxico es (pecus) que significa ganado, más el sufijo (ado) significa que ha recibido la acción, ya que previo a que la moneda entre en circulación, el ganado representaba los bienes más valiosos por el pueblo. En el antiguo derecho romano el peculatus no era más que el furtum de las cosas pertenecientes al estado lo que en aquel tiempo se equiparaba con el sacrilegium es decir la gravedad de este ilícito era equiparablemente similar las faltas cometidas pertenecientes a la divinidad (Carrera, 1995 pág. 1366) A lo largo de la historia y con la implementación de la moneda el termino peculatus fue adoptado también para la acción ilegitima de apropiarse de monedas acuñadas por el Estado, o falsificación de las mismas, es decir se le dio esa denominación a la mayoría de los ilícitos que tenían que ver con el aprovechamiento de cosas las estatales. Esta infracción causaba conmoción social tan relevante entre los cuidadnos de Roma que, los partícipes de peculado encontraban sus nombres tallados en planchas de mármol con el fin de que recibieran ofensas eternas, sin embargo no quedaba de lado la sanción con pena capital, tampoco algunas penas que afectaban al diario vivir digno de una persona que cometió el ilícito, como privarle de agua, empleo, incluso hasta de su honra; los sometían de manera obligatoria al trabajo forzado en minas, les confiscaban sus bienes, les desterraban y los obligaban a restituir en algunos casos hasta el triple de lo sustraído. Con la evolución que tuvo este ilícito, adopto una concepción más amplia ya que la misma se extendió a la captura, detención, apropiación de los dineros públicos para el uso propio, a más de aquello se realizó una diferenciación entre el peculado y el hurto.