Automedicación y sus complicaciones en los pacientes que acuden a la sala de emergencia del Hospital IESS Ambato
El uso y abuso de medicamentos es historia tan antigua como el hombre; pero el conflicto de la hora actual, es que se dispone de medicamentos cada vez más activos pero a la vez más nocivos; esto conlleva un riesgo alto para la salud de las personas que se automedican sin conocer las ventajas y menos...
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Autor principal: | |
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Formato: | bachelorThesis |
Idioma: | spa |
Publicado em: |
2012
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Assuntos: | |
Acesso em linha: | http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/80 |
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Resumo: | El uso y abuso de medicamentos es historia tan antigua como el hombre; pero el conflicto de la hora actual, es que se dispone de medicamentos cada vez más activos pero a la vez más nocivos; esto conlleva un riesgo alto para la salud de las personas que se automedican sin conocer las ventajas y menos los peligros que esto produce. Episodios anecdóticos y hasta quiméricos ocurridos en el pasado, no han perdido actualidad en algunos sectores de la población. En la década de los 90, muchas abuelitas tomaban aspirina para dormir y terminaban con serias ulceraciones digestivas, otras se administraban penicilina para contrarrestar el escorbuto y a poco presentaban episodios alérgicos severos; pese a los fracasos, sus nietos trasladarán la absurda costumbre, muchas décadas hacia adelante. En una investigación realizada en Ecuador; que recogió cerca de 2.500 encuestas realizadas a los usuarios de 51 farmacias distribuídas en todo el país, se encontró que el 76% de compradores no exhibieron receta médica, esto es, de cada 100 medicamentos que despacha una Farmacia, 76 corresponden a automedicación; pero es preciso advertir que en este grupo se incluyen los medicamentos de venta libre que por ello no requieren de prescripción médica. La gama de medicamentos adquiridos por esta vía fue muy amplia, desde sustancias totalmente inocuas hasta medicamentos que producen dependencia. Los medicamentos de mayor consumo fueron los analgésicos (33.5%), de ellos casi todos pueden ser manejados con seguridad por los pacientes, pero algunos se han de rechazar totalmente de la automedicación dado su potencial para producir farmacodependencia. En segundo lugar se colocaron las sustancias antimicrobianas que por la cantidad adquirida por los distintos usuarios se observa la forma anárquica de administrárselos: dosis insuficientes, período de tiempo inadecuado, intervalos inconsultos, vía de administración inapropiada; el resultado final es la inutilización del antibiótico tanto en ese momento cuanto a futuro por la resistencia que los gérmenes adquirirán a esos antibacterianos. Varios usuarios adquieren dos cápsulas de Ampicilina para curar la amigdalitis aguda, otros adquirieron una sola ampolla de Amikacina y Gentamicina sustancias que por su toxicidad renal y sobre la audición, deben ser controladas por el médico. Es alarmante encontrar que el 37% de personas automedicadas, lo hicieron con medicamentos de riesgo; entre ellos, los corticoides que suelen producir serios efectos colaterales y que administradas en dosis insuficientes ni siquiera prestan utilidad clínica. Asunto de real preocupación fue la compra de insulina, hormona de uso delicado que puede producir una catástrofe, de no tener el debido y prolijo control del médico. Las sustancias utilizadas para contrarrestar la ansiedad y angustia, tipo Xanax, Ansiopax, Valium, Ativan, mostraron un consumo notable por automedicación; desgraciadamente pueden producir adicción. Cuántos usuarios ya eran adictos o cuántos terminarían por serlo, no se puede conocer, pero es un riesgo que siempre está presente. Debe advertirse que varios de esos compradores sin receta, anteriormente habían recibido esas sustancias por prescripción del médico, y acudieron a la autoadministración en el afán de ahorrar tiempo y dinero. El alto volumen de usuarios que compraron medicamentos sin receta médica, nos obliga a ubicar la automedicación como un auténtico problema de salud pública, y en tal sentido, demanda el compromiso formal del Estado para imponer correctivos que protejan la salud de un importante, como numeroso, sector de la población nacional. |
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