La inimputabilidad como consecuencia de un transtorno mental preexistente en la persona procesada

Se debe rescatar que no todo enfermo mental es un delincuente, y no todo delincuente es un enfermo mental, y para poder establecer la culpabilidad del sujeto activo en el cometimiento de delitos que atenten contra la vida o integridad física de las personas, es fundamental determinar la salud mental...

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التفاصيل البيبلوغرافية
المؤلف الرئيسي: Fernadez Campoverde, Jenniffer Carolina (author)
التنسيق: article
اللغة:spa
منشور في: 2021
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الوصول للمادة أونلاين:https://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/12230
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الملخص:Se debe rescatar que no todo enfermo mental es un delincuente, y no todo delincuente es un enfermo mental, y para poder establecer la culpabilidad del sujeto activo en el cometimiento de delitos que atenten contra la vida o integridad física de las personas, es fundamental determinar la salud mental del mismo, y no únicamente basarse en indicios materiales. Es por ello que existe la necesidad de realizar valoraciones periciales psicológicas de oficio previo al dictamen judicial, esto con el fin de determinar de manera objetiva todos los factores que influyeron en el cometimiento del delito, recordando que se debe respetar el debido proceso, y que el deber primordial del estado es garantizar la no vulneración de derechos constitucionales. Una vez determinada la existencia o no de un trastorno mental en la persona procesada, será el Juez o Jueza los encargados de determinar la imputabilidad o inimputabilidad de la misma, dictando sentencia condenatoria o una medida de seguridad de ser el caso, debiendo ser trasladado a un centro médico especializado en tratamiento de enfermedades mentales, para lo cual el Estado debe destinar presupuesto para su implementación y estructura. Existen actualmente personas con enfermedades mentales recluidas en centros de rehabilitación social ordinarios, lo que hace que su integridad física este en constante riesgo, pues los delincuentes comunes no están acostumbrados ni saben lidiar con personas que adolecen estas enfermedades, lo que puede en determinado caso provocar un caos o un grave problema por encontrarse conviviendo dentro de estos centros de “reinserción”.