Estudio diagnóstico sobre la incidencia de pacientes con cirrosis hepática en el servicio de medicina interna del hospital general Latacunga
Clínicamente, la cirrosis ha sido considerada como la etapa final de una enfermedad que invariablemente conduce a la muerte, a menos que se realice un trasplante hepático. Actualmente, esta percepción ha sido cuestionada, porque la mortalidad a 1 año en la cirrosis varía ampliamente, de 1% a 57%, de...
Spremljeno u:
Glavni autor: | |
---|---|
Format: | bachelorThesis |
Jezik: | spa |
Izdano: |
2020
|
Teme: | |
Online pristup: | http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/10897 |
Oznake: |
Dodaj oznaku
Bez oznaka, Budi prvi tko označuje ovaj zapis!
|
Sažetak: | Clínicamente, la cirrosis ha sido considerada como la etapa final de una enfermedad que invariablemente conduce a la muerte, a menos que se realice un trasplante hepático. Actualmente, esta percepción ha sido cuestionada, porque la mortalidad a 1 año en la cirrosis varía ampliamente, de 1% a 57%, dependiendo de la aparición de las complicaciones clínicas de la enfermedad. Además, la fibrosis, incluso en estado cirrótico, responde con terapia específica si está disponible, como el tratamiento antiviral para la hepatitis B o C crónica (1) Etiología: Las causas de la cirrosis generalmente se identifican por la historia clínica del paciente combinado con la investigación serológica e histológica. La hepatopatía alcohólica y la hepatitis C son las causas más comunes en los países desarrollados, mientras que la hepatitis B es la causa predominante en la mayor parte de Asia y el África subsahariana. Después de la identificación del virus de la hepatitis C en 1989 y de la esteatohepatitis no alcohólica en pacientes obesos con diabetes, rara vez se realiza el diagnóstico de cirrosis sin una causa aparente (cirrosis criptogénica) (2) Diagnóstico: La mayoría de las enfermedades hepáticas crónicas son notoriamente asintomáticas hasta que se produce una cirrosis con descompensación clínica. Los eventos de descompensación incluyen ascitis, sepsis, hemorragia varicosa, encefalopatía e ictericia no obstructiva. Las imágenes por ultrasonografía, tomografía computarizada o resonancia magnética de un hígado irregular y nodular junto con función hepática alterada son suficientes para el diagnóstico de cirrosis. (3) Incidencia respecto a grupos etarios: Múltiples estudios dan cuenta de que el grupo mayoritario se encuentra comprendido entre los 55 – 60 años 2 representando el 42% del segmento más afectado, seguido de los pacientes entre 50 – 54 años con un 33%, y por último los pacientes entre 45 – 49 años representando el 25%.Las complicaciones más frecuentes de la cirrosis hepática en los varones de 45 – 60 años de edad fueron en orden ascendente: ascitis (54%), encefalopatía hepática (12%), peritonitis bacteriana espontanea (4%), síndrome hepatorenal (2%) (4) |
---|