Penalización a la explotación sexual infantil realizada vía internet en el código orgánico integral penal ecuatoriano

Actualmente, la cantidad de información positiva y negativa disponible en la WEB, es ilimitada y de libre acceso en su gran mayoría. Lastimosamente a pesar de su alto valor en el comercio, la educación y el ocio, esta herramienta tecnológica ha motivado a la formación y crecimiento de las llamadas m...

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Պահպանված է:
Մատենագիտական մանրամասներ
Հիմնական հեղինակ: Avendaño Iturralde, Victor Hugo (author)
Ձևաչափ: bachelorThesis
Լեզու:spa
Հրապարակվել է: 2015
Խորագրեր:
Առցանց հասանելիություն:http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/1052
Ցուցիչներ: Ավելացրեք ցուցիչ
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Ամփոփում:Actualmente, la cantidad de información positiva y negativa disponible en la WEB, es ilimitada y de libre acceso en su gran mayoría. Lastimosamente a pesar de su alto valor en el comercio, la educación y el ocio, esta herramienta tecnológica ha motivado a la formación y crecimiento de las llamadas mafias cibernéticas. Muchas de estas mafias se han dedicado a realizar fraudes bancarios, distribuir información engañosa, o incluso a promover la pornografía haciendo uso no sólo de adultos, sino también de jóvenes y niños. Este último punto ha ocasionado que personas a nivel mundial desarrollen aspectos negativos y degenerados donde, el deseo o curiosidad sexual provoca que se alimente a estas mafias y se las motive a continuar explotando sexualmente a niños, jóvenes y adultos en todo el mundo. El apogeo de la pornografía infantil llegó hasta el Ecuador, en donde han habido muchos casos en que los afectados son niños, como ejemplo se puede citar lo acontecido en el año 2003 en las Islas Galápagos, donde Concepción Cedeño Aguirre y su cónyuge, Jorge Burdet Cedeño, fueron detenidos en Puerto Ayora, por abusar sexualmente de seis niñas, cuyas edades oscilaban entre los 5 y 14 años y al mismo tiempo por el delito de corrupción y pornografía infantil, más de trece instrucciones fiscales (investigaciones penales) fueron levantadas contra la pareja. Al final del caso, se impuso una pena de tan solo 25 años de reclusión mayor especial por delitos de: violación, inducción al consumo de drogas (utilizadas en los menores de edad para incitarlos a cometer actos sexuales sin resistencia), y grabaciones que prueban el tráfico de pornografía infantil, de aproximadamente 50 menores, entre las cuales aparecen su hija y sobrina también menores de edad.