El orden de los apellidos y el derecho a la identidad

A lo largo de la historia, la mujer fue relegada en todos los órdenes sociales y culturales, despojándole de los derechos más básicos como la educación o la participación en la vida pública. Incluso, varios filósofos destacados de la antigüedad como Sócrates, Platón y Aristóteles no les daban ningún...

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Библиографические подробности
Главный автор: Sánchez Céliz, Ana Cristina (author)
Формат: bachelorThesis
Язык:spa
Опубликовано: 2015
Предметы:
Online-ссылка:http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/940
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Описание
Итог:A lo largo de la historia, la mujer fue relegada en todos los órdenes sociales y culturales, despojándole de los derechos más básicos como la educación o la participación en la vida pública. Incluso, varios filósofos destacados de la antigüedad como Sócrates, Platón y Aristóteles no les daban ningún valor, y les despojaban del derecho a participar en la vida pública de la sociedad, por considerar que su aporte era limitado en comparación al del hombre, y para otros filósofos como Eurípides las mujeres eran el peor de los males Paulatinamente, emergieron mujeres que lucharon por la reivindicación de sus derechos, teniendo como antecedente a mujeres como Christine de Pizan, Maryland, Abigail Adams, hasta Betty Friedan en el último siglo; quienes expresaron su inconformidad frente a la discriminación de la mujer frente al hombre en todos los ámbitos de la vida social. Una de las expresiones más palpables de la discriminación a la mujer está dada en los apellidos patronímicos de ella misma y de sus hijos. Efectivamente, en varias épocas y países, la mujer cuando contraía matrimonio adoptaba el apellido de su cónyuge, y por considerar que el hombre era la cabeza de la familia y autoridad máxima de la misma, la descendencia debía llevar primero el apellido del varón y luego el de la mujer, haciéndose eco de la vieja tradición machista de que el hombre siempre debía estar por encima de la mujer.