Servicio público de comunicación masiva y la libertad de expresión como instrumento de información
A nivel internacional se conoce que desde el siglo XVIII la prensa ha gozado de una relativa libertad frente a las interferencias del Estado, y en el siglo XX el propio Derecho de la competencia ha llevado a la industria de la prensa periódica a encontrarse sujeta a la misma normativa que otras indu...
Saved in:
主要作者: | |
---|---|
格式: | bachelorThesis |
出版: |
2021
|
主題: | |
在線閱讀: | https://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/12730 |
標簽: |
添加標簽
沒有標簽, 成為第一個標記此記錄!
|
總結: | A nivel internacional se conoce que desde el siglo XVIII la prensa ha gozado de una relativa libertad frente a las interferencias del Estado, y en el siglo XX el propio Derecho de la competencia ha llevado a la industria de la prensa periódica a encontrarse sujeta a la misma normativa que otras industrias.1A nivel regional se dice que en el siglo XX llegó a América Latina en medio de ardorosas disputas entre conservadores y liberales. La Revolución Mexicana empujó las tesis nacionalistas, en Colombia se desarrolló una batalla sin cuartel hasta los años treinta entre estas dos facciones, por citar algunos ejemplos. El papel de los medios de comunicación y su protagonismo no se vio exento de este enfrentamiento. Mientras el liberalismo propugnaba la libertad de expresión como un derecho inalienable atado a la esencia de la libertad del ser humano y como uno de los ejes del laicismo, el bloque conservador la mencionaba, pero como un derecho establecido para quienes están destinados a conducir a los pueblos hacia un Estado Nación imbuido en los valores católicos. En uno o en otro bando, la posibilidad de expresarse y crear medios se convirtió en un arma de doble filo. En esta disputa ideológica estaba en juego la construcción de los Estado-Nación. Años más tarde, conforme los sectores liberales se fueron acomodando al poder al llegar a los gobiernos como la plutocracia en Ecuador, una tercera corriente entró en disputa: el marxismo, cuya punta de lanza inicial fueron los partidos socialistas. Eran los años veinte del siglo XX y el poder alternado de conservadores y liberales parecía más la varianza de tonos dentro de una misma tela. Ante esto, el contrapoder marxista surgió como una opción viable para reconstituir las demandas históricas de las sociedades de la región. Sus vertientes comunistas y trotskistas ganaron terreno en las simpatías sociales, sobre todo entre los sectores sindicalizados y estudiantiles, durante los años treinta, echando las bases de las revoluciones de los años sesenta y setenta Cuba en 1959 y Chile en 1970. |
---|