La aplicación del principio pro ser humano respecto al derecho de libertad individual y sus efectos jurídicos

El principio pro homine entra en la categoría de los derechos humanos, ya que estos son prerrogativas o potestades que se han otorgado a todo sujeto que tenga la condición de persona física o de ser humano, a fin de que se desarrolle plenamente en sociedad en su desarrollo vital. El principio pro se...

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1. Verfasser: Castro Torres, Oscar Patricio (author)
Format: bachelorThesis
Sprache:spa
Veröffentlicht: 2015
Schlagworte:
Online Zugang:http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/2089
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Zusammenfassung:El principio pro homine entra en la categoría de los derechos humanos, ya que estos son prerrogativas o potestades que se han otorgado a todo sujeto que tenga la condición de persona física o de ser humano, a fin de que se desarrolle plenamente en sociedad en su desarrollo vital. El principio pro ser humano implica que la interpretación jurídica siempre debe buscar el mayor beneficio para el ser humano, es decir, que debe acudirse a la norma más amplia o a la interpretación extensiva cuando se trata de derechos protegidos y, por el contrario a la norma o a la interpretación más restringida, cuando se trata de establecer límites a su ejercicio. Ahora bien, a partir de su fundamentación, su fuente desde una óptica ontológica es la dignidad del hombre frente al poder del Estado, encontrándose su fundamento inmediato en derechos inalienables que hacen referencia a bienes universalmente valiosos, como el derecho a la vida. Los derechos humanos son universales e indivisibles; lo primero, porque se predican del hombre; y lo segundo porque los derechos civiles y políticos han de ser efectivos, del mismo modo que los derechos económicos, sociales y culturales han de ser garantizados por los estados. Los derechos humanos interesan hoy no solo en el plano de las constituciones de los estados sino también en el del Derecho Internacional, ya su protección, en cuanto garantía de la integridad moral y física de toda persona, ha quedado recogida tanto en los ordenamientos constitucionales como en el orden jurídico internacional.