La ley de naturalización frente a los derechos constitucionales de igualdad ante la ley y el derecho al trabajo

La nacionalidad es un vínculo jurídico y político que relaciona las personas con un Estado, de tal modo que origina un estatuto que les distingue de la situación de las demás personas, la nacionalidad y sus características, las cuales tienen profundas raíces de orden social, cultural e incluso histó...

Ամբողջական նկարագրություն

Պահպանված է:
Մատենագիտական մանրամասներ
Հիմնական հեղինակ: Espinosa Tapia, Karina Michelle (author)
Ձևաչափ: bachelorThesis
Լեզու:spa
Հրապարակվել է: 2016
Խորագրեր:
Առցանց հասանելիություն:http://dspace.uniandes.edu.ec/handle/123456789/2554
Ցուցիչներ: Ավելացրեք ցուցիչ
Չկան պիտակներ, Եղեք առաջինը, ով նշում է այս գրառումը!
Նկարագրություն
Ամփոփում:La nacionalidad es un vínculo jurídico y político que relaciona las personas con un Estado, de tal modo que origina un estatuto que les distingue de la situación de las demás personas, la nacionalidad y sus características, las cuales tienen profundas raíces de orden social, cultural e incluso históricas que tendrían que manifestarse en el sujeto cuya nacionalidad o naturalización ecuatoriana aspira ser reconocida o entregada en relación con las personas del país que brinda esa acogida. El hecho de adquirir una nacionalidad debería ir mucho más allá de un simple trámite administrativo realizado por un individuo en una dependencia pública, la nacionalidad ecuatoriana se obtendrá por nacimiento o por naturalización y no se perderá por el matrimonio o su disolución, ni por la adquisición de otra nacionalidad,” tal como se define en el Art. 6 de la Constitución de la República. La ciudadanía exige al individuo como un habitante de la ciudad, como dice la raíz de la palabra, que cumpla sus deberes, y como un individuo de acción pueda llevar a cabo tareas para su bien y también para el desarrollo de la comunidad en la que vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una preocupación para todos los ciudadanos. Los romanos tenían similitudes con el concepto de ciudadano que los griegos, su pequeña variante reside en quienes merecían ser ciudadanos, pues para los romanos estos eran todos aquellos que habitaran en las civitas y los cuales otorgaban derechos.